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Número 528

27 de octubre de 2021

LA UNIVERSIDAD PÚBLICA RESPONDE AL ANHELO DE PROMOCIÓN SOCIAL

DE LA SOCIEDAD MEXICANA

*José Antonio De los Reyes participó en el Conversatorio Educación Pública en México.

Historia y Perspectiva, 100 años de la SEP

A 100 años de la creación de la Secretaría de Educación Pública, la universidad pública todavía responde al anhelo de promoción social de la sociedad mexicana, sostuvo el doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
Al participar en el Conversatorio Educación Pública en México. Historia y Perspectiva, 100 años de la SEP, convocado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI), expuso que como instituciones de enseñanza “tendríamos que analizar dónde se quedaron aquellos anhelos e ilusiones de promoción social” que se tuvieron hasta la década de 1970 cuando llegar a la universidad y obtener un título representaba un gran vehículo de avance social.
 
El doctor De los Reyes Heredia hizo un recuento histórico en el que destacó momentos importantes en el desarrollo de la educación en México, tales como la decisión de José Vasconcelos de poner el tema pedagógico en el centro del desarrollo nacional; la llamada enseñanza socialista; la declaración de autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1929; la creación del Instituto Politécnico Nacional, y la emisión de los libros de texto gratuitos, entre otros.
 
A lo largo de este importante proyecto el país fue avanzando en su desarrollo; sin embargo, el carácter nacional “tiene también un signo de uniformidad en términos de la educación, que tiene que ver con exclusiones” o con la “incorporación de la otredad”, ya que, por ejemplo, “los pueblos originarios no eran incluidos, sino que eran asimilados y tenían que aprender la lengua nacional” y no había formación en las originarias.
 
Este es sólo un elemento de los aspectos de pluralidad que no se tenían en esta visión que, si bien era civilizadora, tal como la concibió Vasconcelos, era también uniformizante y de alguna manera no reconocía las especificidades de una nación tan diversa como México, “pero que estaban bajo un modelo autoritario de país”.
 
El proceso básicamente tuvo resultados positivos porque en muchas universidades, a partir de los años setenta del siglo pasado, cuando tiene lugar la gran explosión demográfica y una migración significativa de comunidades rurales a las ciudades, se empiezan a configurar proyectos de instrucción superior con un considerable incremento de su población.
 
Es entonces cuando se crea la UAM, que después de la tragedia de 1968 responde con un modelo que busca superar algunos de los temas planteados en los movimientos estudiantiles de ese año y de 1971. Hubo la gran oportunidad de aumentar la cobertura educativa en el país en todos los niveles, lo que resultó en “un gran adelanto”.
 
Hasta hace 50 años la enseñanza se veía como un vehículo de promoción social, pues al llegar a las instituciones de educación superior (IES) y obtener un título de licenciado o licenciada era finalmente distinguirse en la sociedad.
 
El desarrollo educativo actual está aparejado con el social, político y económico en un país con más de 130 millones de habitantes y por fortuna “la universidad pública todavía responde y es un vehículo importante de promoción social en la sociedad mexicana hoy en día”.
 
Por otro lado, indicó que en los nuevos tiempos con la pandemia “tuvimos que dar un brinco de la noche a la mañana hacia una enseñanza basada en medios tecnológicos y esto nos lleva a sumar a viejos problemas ya identificados, como el del respeto a la diversidad cultural y étnica del país, y otros de naturaleza organizativa en las IES, como el de la autonomía”.
 
La crisis sanitaria, dijo, llevó a las instituciones a reflexionar en temas como “el típico modelo que teníamos en muchas casas de estudio, del aprendizaje basado en una enseñanza magisterial, en el profesor y alumno receptor, pero con cierta pasividad”.
 
El Rector General de la UAM propuso reflexionar también sobre en qué medida el sistema de acceso a la educación superior, que en muchos casos está basado en exámenes de selección que involucran cierta problemática, también pudiera abordar temas de la democratización en términos de la enseñanza. “Este es un asunto pendiente, porque en muchas universidades tenemos sistemas de selección basados en criterios que quizá conviene revisar porque restan oportunidades a jóvenes que desean ingresar”.
 
Lo positivo de la pandemia es que dejó aprendizajes, como el poder llegar a diferentes ámbitos con la educación mediada por tecnologías, lo que trajo situaciones que habría que rescatar, porque se tiene la oportunidad de reflexionar en forma amplia sobre cuáles deben ser los modelos en la enseñanza universitaria y en todo el ciclo pedagógico.
 
Es necesario aprovechar estas ventajas para formar ciudadanos conscientes del valor que representa recibir una educación integral, que obedezca a los principios de cada individuo y a los de su comunidad local, estatal y nacional.
 
En la actividad, moderada por la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI, estuvieron también los doctores Etelvina Sandoval Flores, titular de la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación; Roberto Rodríguez Gómez, miembro del Seminario de Educación Superior de la UNAM, y David Jaramillo Vigueras, secretario académico, en representación del doctor Arturo Reyes Sandoval, director general del Instituto Politécnico Nacional, así como la doctora Alma Herrera Márquez, directora general del Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos.
 
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