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Número 522

25 de octubre de 2021

COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA, UNA VENTANA PARA CONCEBIR

OTROS FUTUROS POSIBLES

*Lourdes Patiño Barba habló sobre la importancia de esta actividad en contextos de vulnerabilidad
 
*Participó en ciclo organizado por la División de Ciencias de la Comunicación y Diseño de la Unidad Cuajimalpa de la UAM

El reconocimiento a los otros implica ver las distintas necesidades, asumir que los contextos son distintos y que es necesario adaptarse y aprender de ellos antes de poderse comunicar, apuntó la maestra Lourdes Patiño Barba, integrante de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, A.C.
 
Durante el ciclo de conferencias ¿Cómo se hace la comunicación de la ciencia? –organizado por la División de Ciencias de la Comunicación y Diseño (DCCD) de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)– refirió que aun cuando el artículo 27 de la Constitución expone que toda persona tiene derecho a gozar de las artes y a cooperar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten, en la práctica no siempre es así.
 
Al dictar la charla Grupos vulnerables, la divulgadora señaló que ha trabajado con personas que por sus características –edad, sexo, estado civil, nivel educativo, origen étnico, alguna condición física y/o mental– no pueden acceder de manera oportuna a estos conocimientos.
 
“Requerimos hacer un esfuerzo adicional para incorporarlos a la sociedad, para que efectivamente participen de esta vida pública y puedan desarrollarse, pues existen situaciones de desventaja que impiden su incorporación a la vida productiva, el desarrollo y el acceso a mejores condiciones de bienestar”.
 
La especialista enumeró los proyectos en los que colaboró al trabajar en Explora Centro de Ciencias y Fibonacci. Innovación y cultura científica A.C, entre ellos los Centros del Saber, espacios de aprendizaje en colonias populares y con altos índices de violencia, que acercaban a jóvenes y niños, amas de casa y personas de la tercera edad.
 
También ha trabajado con personas con discapacidad visual y auditiva, desarrollando estrategias que comprenden investigación de campo, diseño de modelos pedagógicos, de manuales y actividades, así como la capacitación a docentes.
 
En la comunicación científica existen diferentes modelos, entre ellos el de déficit, que busca persuadir al público para mostrar el valor de los saberes difundidos; el de diálogo, asociado al constructivismo y la generación de conocimiento a partir de las experiencias previas y, finalmente, el de colaboración, en el que se busca la colaboración democrática, una relación entre iguales que comparten diferentes saberes y cosmovisiones.
 
“Creo que siempre y con cualquier audiencia a la que nos vayamos a dirigir, pero en particular con grupos vulnerables, hay que pensar desde dónde nos estamos colocando para hacer esta comunicación de la ciencia y cuál será el mejor enfoque para ciertas condiciones y objetivos”, puntualizó.
 
Para la integrante de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, A.C. es esencial reconocer al otro, generar experiencias agradables, estar abiertos a la cooperación para que las cosas salgan bien, promover la creatividad compartida y sentir orgullo por lo que se edifica en conjunto.
 
“Funciona más una posición horizontal de relación y comunicación, con humildad y empatía, pues todos contamos con prejuicios y estigmas, pero asumiendo que los tenemos debemos reflexionar y ser conscientes de ellos, cuestionarlos y entender su origen”.
 
Además, se debe confiar en las capacidades del otro, compartir y crear lenguajes y formas de entendimiento, comprender que cada persona aprende de manera diferente y no olvidar las necesidades básicas de la población a la que los esfuerzos van dirigidos.
 
“Trabajar la confianza y el vínculo hace la diferencia, lo vuelve a uno ese interlocutor con el que se puede y se quiere conversar: construir una relación es tan importante como erigir la comunicación”.
 
Finalmente, apuntó que la ciencia también puede ser una inspiración para dar sentido a la vida y encontrar una vocación, “puede ser facilitadora de integración de comunidades, puente entre generaciones y una ventana para concebir otros futuros posibles”.