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Número 495

8 de octubre de 2021

LA UAM ESTÁ COMPROMETIDA CON SU LABOR DOCENTE Y PREPARA RETORNO

A LA PRESENCIALIDAD

*El regreso será planeado, cauto y no de manera simultánea: José Antonio De los Reyes Heredia
 
*Desde marzo de 2020 fue implementado el PEER, por lo que las clases nunca fueron suspendidas


La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) estuvo a la altura del reto que significó pasar de un modelo esencialmente presencial a uno vía remota como “una ruta alterna para mejorar la formación de nuestros alumnos” durante la emergencia sanitaria, afirmó el doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de esta casa de estudios.
 
“Ayer y hoy hemos estado todos y todas en la comunidad universitaria comprometidos, en particular con el quehacer docente”, y la apuesta de la institución fue tomar acciones en forma rápida, como la implementación del Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER), que permitió ajustar el calendario escolar y adaptarlo a la nueva realidad que imperaba en 2020.
 
El Colegio Académico puso sobre la mesa el tema, en el cual “llevábamos un avance porque ya habíamos hecho una encuesta entre el alumnado para conocer su situación de conectividad y de acceso a internet, factores que permitieron apostar por esa ruta, que fue tratada y aprobada en este órgano de concertación”.
 
En su participación en el programa especial La UAM siempre con las aulas abiertas, que se transmitió hoy por la radiodifusora de la Casa abierta al tiempo, también planteó que el retorno a la presencialidad será planeado, cauto y no de manera simultánea, esperando que para el trimestre 21-Otoño exista mayor certidumbre en el esquema de vacunación del estudiantado, aunque en la última sesión del Colegio Académico el balance de la aplicación del PEER fue muy positivo.
 
“Analizaremos la posibilidad de enriquecer la transición para el retorno a las instalaciones con las experiencias que hemos vivido para encontrar una nueva manera de hacer las cosas en la universidad con la solidaridad manifiesta de todas y todos”, subrayó.
 
La doctora Beatriz García Castro, coordinadora general de Desarrollo Académico de la Unidad Azcapotzalco, comentó que “nuestra universidad ha trabajado siempre desde hace casi 50 años y esta pandemia fue una oportunidad para demostrar que hemos laborado de manera ardua para sacar adelante nuestra prioridad, que es la formación de la comunidad”.
 
Las clases nunca fueron suspendidas, “la aplicación del PEER estos 18 meses ha sido una experiencia muy enriquecedora, porque hemos aprendido como nunca en la historia de la institución”, argumentó la doctora Verónica Medina Bañuelos, coordinadora de Desarrollo Académico e Institucional de la Unidad Iztapalapa.
 
“Nunca en la historia de la UAM habíamos estado tan enfocados en discutir nuestra docencia, en platicar sobre los temas importantes, en enfatizar, innovar y buscar nuevas alternativas; centrados prácticamente en la formación de nuestros alumnos tanto de licenciatura como de posgrado. En definitiva, ha sido una época prometedora en términos del aprendizaje adquirido”.
 
En estos 18 meses, “la comunidad de la universidad –académicos, estudiantes y personal administrativo– ha demostrado la gran fortaleza de la UAM, que es una casa abierta al esfuerzo de todos quienes hemos trabajado frente a esta emergencia para mantener la docencia”, expresó la doctora Esther Morales Franco, académica del Departamento de Estudios Institucionales de la Unidad Cuajimalpa.
 
La Dirección de Sistemas Escolares superó el reto de mostrar en números lo que estaba aconteciendo frente al escenario inusitado de la pandemia, que hacía que cualquier valoración numérica fuese excepcional, pero dio seguimiento puntual durante el trimestre 20-I, así como antes y después de la entrada en operación del PEER, encontrando un incremento sustantivo en evaluaciones de recuperación –que pasaron de 11 mil 390 a 20 mil– y los porcentajes de aprobación se mantuvieron.
 
La doctora Claudia Salazar Villalva, profesora del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco, sostuvo que siempre hubo la confianza de que la UAM se mantendría activa aun en esta emergencia sanitaria, aunque quizá la incertidumbre inicial entre los académicos fue en torno a cómo funcionarían las plataformas de enseñanza.
 
“Esta experiencia para enfrentar uno de los desafíos más angustiantes y dolorosos que la humanidad ha tenido en los tiempos modernos con entereza y una vocación de participación asombrosa, ha sido un proceso de acompañamiento mutuo, de aprender que hay formas de presencia distintas a la corporal –una cercanía a la distancia– y de aprender de los alumnos, que nos enseñaron a operar rápidamente las plataformas”.
 
Sin duda, “la agilidad que ha tenido la UAM para responder, instrumentar el PEER y mantener la presencia en la distancia es sorprendente y nos llena de orgullo. Todos hemos enseñado y aprendido de todos y estamos presentes en este esfuerzo colectivo y eso nos da muchísimo orgullo, pero ahora tenemos que trasladarlo hacia el regreso a las actividades presenciales”.
 
Las y los académicos subrayaron que en este proceso, mediante la enseñanza remota, la UAM avanzó en conjunto, pese a que se enfrentaron retos en algunas áreas donde fue muy difícil mantener el interés de los estudiantes por no poder acceder al laboratorio y “lo difícil de vernos reflejados en las pantallas fue un cambio de paradigma que nos pone frente a nuestra realidad y a la de los alumnos”.
 
A pesar de que se presentaron varios desafíos –agudizados en un inicio por el confinamiento total– fue necesario contar con un espacio de seguridad y certidumbre que proporcionó la Institución con este proyecto emergente –de la mano de la entrega de tablets y tarjetas para la conectividad a internet– que implicó el respeto absoluto de los derechos humanos en materia de protección de datos de la comunidad.
 
La docencia a distancia durante esta pandemia desplegó también una creatividad increíble de los estudiantes y deja la experiencia de que se puede estar en contacto compartiendo e interactuando, y a la par del esfuerzo de la universidad que abrió las puertas al entendimiento y la comunicación al ofrecer alternativas para seguir trabajando “es que se podrá sacar el máximo provecho ahora que vamos a volver a reencontrarnos”.
 
En ese sentido, es necesario capitalizar toda la experiencia acumulada y plantearnos modelos de enseñanza mixta, rescatando ventajas y desventajas para recuperar de manera gradual las tareas en laboratorio y las prácticas de campo, así como responder con responsabilidad al impacto socioemocional y afectivo que afectó a muchos integrantes de la comunidad universitaria.
 
“Tenemos confianza en que nuestras autoridades harán el esfuerzo para proponer una línea de acción con el fin de garantizar la confianza en la institución y seguramente habrán de reconfigurarse dinámicas universitarias que llevarán al fortalecimiento del tejido social”.
 
El doctor De los Reyes Heredia resaltó que frente a un escenario sin precedente la Universidad ha estado a la altura, en el sentido de que la unidad de todas las divisiones que conforman la UAM permitió mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje por la vía remota.
 
“El Colegio Académico acordó flexibilizar las condiciones para otorgar becas y estímulos a profesoras y profesores, que a fin de cuentas forman parte de los ingresos en estas condiciones y tendrán proyecciones en los siguientes años, así como el pago de nómina puntual, quincena tras quincena, para todas y todos los trabajadores de la universidad”. De igual manera, reconoció el interés del alumnado para continuar con su formación vía remota y que el PEER introdujo una gran flexibilidad.
 
El programa especial fue transmitido en UAM Radio 94.1 de FM y conducido por el doctor Vicente Castellanos Cerda, académico del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa, y Carlos Urbano Gámiz.