Tiempo en la casa No. 64 • septiembre-octubre 2020
7 fabricación de herramientas de piedra —de simetría refleja— como navajas para cortar y raspar. 2 Todas las evidencias sobre la evolución humana muestran que la fabricación de artefactos fue paralela al aumento de ciertas zonas cerebrales del homo , a la gradual conciencia de la interacción entre los ojos, las manos y los materiales —mediante la relación causa-efecto y ensayo-error— y la creciente capacidad de abstracción, que hizo posible el desarrollo del lenguaje y la fabricación de artefactos cada vez más complejos. Protodiseño En investigaciones recientes en Lomekwi, en el norte de Kenia, se han descubierto piedras labradas de hace 3.3 millones de años; antes de la aparición de los primeros homo . 3 Pero el aspecto significativo es que el origen del diseño es prehumano y se remonta a millones de años. Para comprobar cómo evolucionó la actividad del diseño, es importante refe- rirse a investigaciones que revelan tanto su origen prehistórico, como su enorme importancia en la evolución de la humanidad. Con estas evidencias no sólo se puede verificar cómo se han dado las transfor- maciones de los artefactos con el paso del tiempo; lo importante es que revelan el origen prehistórico de una actividad que ahora definimos como diseño, y su sentido y significado primordial: crear y fabricar artefactos. La diferencia fundamental entre el pensamiento que transforma el mundo —por medio de la técnica— y el que lo explica —la ciencia— cuyo desarrollo fue muy posterior. A pesar de que esas investigaciones han sido realizadas y difundidas en univer- sidades, institutos y publicaciones de enorme prestigio, la compartimentación del conocimiento ha provocado que sean prácticamente desconocidas, fuera de sus res- pectivos campos de especialización. Esas aportaciones revelan que el diseño ha sido y es una actividad que se inició —desde hace millones de años— con la evolución gradual del homo faber , y que la fabricación y progresiva complejidad de sus artefac- tos ha sido posible por el incremento de su nivel de conciencia, por el aumento del volumen del cerebro, y por su capacidad de realizar pensamientos abstractos, para desarrollar el lenguaje y fabricar artefactos. 4 2 “The Dawn of Technology”, Nature , mayo, 2015, no. 521 / 7552. 3 Wong, K. (2018), The New Origin of Technology , Scientific American. 4 National Geography en español , verano de 2002, p. 74. Se ha calculado que la capacidad del cerebro del australopitecus afaerensis era de 400 a 500 cm 3 ; la del homo erectus de 800 a 1 000 cm 3 ; y la del homo sapiens de 1 100 a 1 400 cm 3 .
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