Tiempo en la casa No. 61 • marzo-abril 2020

inevitable”. 12 Visto con cuidado, esto es lo que sintetizó magistralmente Luis Mario Shneider en la cita que aparece más arriba. El proceso de revaloración de Amparo Dávila también se ha dado en las univer- sidades, de donde proceden minuciosos estudios, esclarecedores e inteligentes, como el que escribió Diana Catalina Escutia en El Colegio de San Luis. A las reseñas que los libros de la autora tuvieron en su momento, se suman los estudios reunidos en el volumen Bordar en el abismo (2009), que once profesoras universitarias dedicaron a nuestra autora. Si la mayoría de los cuentos de Amparo Dávila tienen la impronta del miedo, y si el miedo permitió que esta emoción se fuera afinando hasta construir esos mecanismos de relojería llamados cuentos fantásticos, la autora logró varios asom- brosos y nos permite repetir con Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares que el cuento fantástico es “el fruto de oro de la imaginación”. 13 12 “Cartas de Cortázar”, en Amparo Dávila, Árboles petrificados . Edición conmemorativa, México, Nitro/Press, 2016, p. 156. 13 Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares, Antología de la literatura fantástica , 4ª ed., Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1971, p.17.

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